El término 'estilo de
aprendizaje' se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno
de nosotros utilizamos nuestro propio método o conjunto de estrategias. No
todos aprendemos igual, ni a la misma velocidad no es ninguna novedad. Esas diferencias
en el aprendizaje son el resultado de muchos factores, como por ejemplo la
motivación, el bagaje cultural previo y la edad. Los estilos son:
Estilos
activos: Busca
experiencias nuevas, son de mente abierta, nada escépticos y acometen con
entusiasmo las tareas nuevas. Características: Es Animador, Improvisador,
Arriesgado y Espontáneo
Estilos
reflexivos: Antepone
la reflexión a la acción observa con detenimiento las distintas experiencias.
Características: Es Ponderado, Concienzudo, Receptivo, Analítico y Exhaustivo.
Estilos
teóricos: Buscan la
racionalidad y la objetividad huyendo de los subjetivo y lo ambiguo.
Características: Son Metódicos, Lógicos, Objetivos, Críticos y Estructurados
Estilos
pragmáticos: Les
gusta actuar rápidamente y con seguridad con aquellas ideas y proyectos que les
atraen. Características: Es Experimentador, Práctico, Directo y Eficaz
Procesos
de aprendizaje
El proceso de
aprendizaje es una actividad individual que se desarrolla en un contexto social
y cultural. Es el resultado de procesos cognitivos individuales mediante los
cuales se asimilan e interiorizan nuevas informaciones (hechos, conceptos,
procedimientos, valores), se construyen nuevas representaciones mentales
significativas y funcionales (conocimientos), que luego se pueden aplicar en
situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron. Aprender no
solamente consiste en memorizar información, es necesario también otras
operaciones cognitivas que implican: conocer, comprender, aplicar, analizar,
sintetizar y valorar.
Para aprender
necesitamos de cuatro factores fundamentales: inteligencia,
conocimientos previos, experiencia y motivación.
ü
A
pesar de que todos los factores son importantes, debemos señalar que
sin motivación cualquier acción que realicemos no será completamente
satisfactoria. Cuando se habla de aprendizaje la motivación es el «querer
aprender», resulta fundamental que el estudiante tenga el deseo de aprender.
Aunque la motivación se encuentra limitada por la personalidad y fuerza de
voluntad de cada persona.
ü La experiencia es el «saber
aprender», ya que el aprendizaje requiere determinadas técnicas básicas tales como: técnicas de
comprensión (vocabulario), conceptuales (organizar, seleccionar, etc.),
repetitivas (recitar, copiar, etc.) y exploratorias (experimentación). Es
necesario una buena organización y planificación para lograr los objetivos.
ü
Por
último, nos queda la inteligencia y los conocimientos previos, que al mismo
tiempo se relacionan con la experiencia. Con respecto al primero, decimos que
para poder aprender, el individuo debe estar en condiciones de hacerlo, es
decir, tiene que disponer de las capacidades cognitivas para construir los nuevos
conocimientos.
También intervienen
otros factores, que están relacionados con los anteriores, como la maduración
psicológica, la dificultad material, la actitud activa y la distribución del
tiempo para aprender
Existen varios procesos
que se llevan a cabo cuando cualquier persona se dispone a aprender. Los
estudiantes al hacer sus actividades realizan múltiples operaciones cognitivas
que logran que sus mentes se desarrollen fácilmente. Dichas operaciones son,
entre otras:
ü
Una recepción de datos, que supone un reconocimiento y una
elaboración semántico-sintáctica de los elementos del mensaje (palabras,
iconos, sonido) donde cada sistema simbólico exige la puesta en acción de
distintas actividades mentales. Los textos activan las competencias
lingüísticas, las imágenes las competencias perceptivas y espaciales, etc.
ü La comprensión
de la información recibida
por parte del estudiante que, a partir de sus conocimientos anteriores (con los
que establecen conexiones sustanciales), sus intereses (que dan sentido para
ellos a este proceso) y sus habilidades cognitivas, analizan, organizan y
transforman (tienen un papel activo) la información recibida para elaborar
conocimientos.
ü Una retención
a largo plazo de
esta información y de los conocimientos asociados que se hayan elaborado.
ü
La transferencia del conocimiento a nuevas situaciones para resolver
con su concurso las preguntas y problemas que se planteen.