Hace referencia a la
reivindicación del movimiento obrero por la reducción de la jornada laboral y
el establecimiento de las ocho horas de trabajo diarias, que tuvo su origen en
las penosas condiciones de trabajo de la Revolución Industrial en Gran Bretaña
a mediados del siglo XVIII.
Durante la Revolución
industrial la producción en grandes fábricas transformó la vida laboral
tradicional, imponiendo largas jornadas y condiciones de trabajo que duraba
como máximo 15 horas. Las condiciones de trabajo deterioraban la salud, el
bienestar y la moral de los trabajadores. Iniciándose una larga lucha por el
establecimiento de las tres ocho horas:
8 horas de trabajo, 8 horas de descanso
y 8 horas para la educación
En Estados Unidos, con el
rápido avance industrial en la segunda mitad del Siglo XIX. Creció enormemente
la masa trabajadora de hombres y mujeres. Originó que se produjera el abuso de
los capitales menoscabando los salarios de los obreros, lo que produjo
enfrentamientos, agitaciones y luchas entre ambos sectores. En Estados Unidos
la jornada laboral estaba fijada en 18 horas.
El primero de mayo de 1886 una
manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago,
solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias. El 21 de
junio de 1886, ocho líderes laborales (Parsons, Spies, Fielden, Schwab,
Fischer, Lingg, Engle y Nebee) fueron acusados de conspiración para asesinato
por la explosión de la bomba que mató a un policía. El juicio, que condenó a
siete de ellos a morir ahorcados y a uno a 15 años de cárcel, estuvo plagado de
mentiras, El 11 de noviembre de 1886 fueron ahorcados Parsons, Spies, Fischer y
Engel. Louise Linggse se suicidó en
prisión y Fielden, Nebee y Schwab lograron conmutar la pena de muerte por
cadena perpetua.
LA LUCHA POR LAS 8 HORAS DE
TRABAJO EN EL PERÚ
En el Perú, ese sacrificio de
los obreros norteamericanos, inspiró a los pioneros del movimiento obrero, cuyo
eje fue una movilización de masas en pos de la jornada de ocho horas, con un creciente
ideológico, cultural y artístico (periódicos, revistas, bibliotecas, teatro y
centros musicales)
Entre los principales
momentos de la lucha por las 8 horas de trabajo tenemos:
1896: Durante el segundo
gobierno del presidente Nicolás de Piérola se realizó en Lima el primer
Congreso Provincial Obrero, en dicha reunión los obreros reclamaban el
establecimiento de las 10 horas de trabajo y el descanso los días domingos.
1904: Los panaderos de Lima se organizan en el Sindicato “La
Estrella del Perú” y junto a los obreros portuarios del Callao reclaman por la
jornada laboral de 8 horas
1905: Durante el primer
gobierno de José Pardo y Barreda, el movimiento obrero del Perú establece que
el primero de mayo sea la fecha de celebración del día del trabajo.
1911: El gobierno de Leguía
promulgó la ley de accidentes de trabajo, además se realiza el primer paro
nacional en el Perú, el cual fue dirigido por los obreros de Vitarte. Entre los
pedidos más importantes de los obreros destacaban el aumento de los salarios y
las ocho horas de trabajo.
1912: Se produce una gran
huelga de los trabajadores de las haciendas azucareras del valle de Chicama
(Casa Grande, Roma, Chiclín y Cartavio) en La Libertad.
1913: El gobierno de
Guillermo Billinghurst estableció la jornada laboral de 8 horas para los
trabajadores del muelle y Desembarcadero del Callao, además reglamentó las
huelgas.
Vendrán luego años de lucha
muy intensa por los derechos proletarios. En 1916 y 1917, hay huelgas,
movilizaciones y masacres en la campiña de Huacho debido a que los peones
agrícolas reclaman aumento de salarios y ocho horas de trabajo. En 1917, es
abaleada una marcha de esposas y peones y apañadoras de algodón que desfilaban
con sus hijos por las calles de Huacho. Aún no se puede precisar cuántas
mujeres perecieron en esa matanza.
En Vitarte el gremio textil
surgió la arremetida final de la campaña iniciada en 1904 en el Perú. En
diciembre de 1918, Vitarte acordó lanzarse a una huelga de solidaridad con sus
compañeros de Inca Cotton del Rímac, sobre la base de una plataforma común cuyo
punto central era la jornada de ocho horas.
El movimiento iniciado por
los textiles fue seguido por panaderos, metalúrgicos, construcción civil y
otros gremios, que se fueron sumando a la huelga. El 13 de enero de 1919, ésta
se transformó en huelga general. Tal fue la intensidad de ese movimiento obrero
que arrancó, tras quince años de lucha incesante, el 15 de enero de 1919, la
jornada de ocho horas a escala nacional.
1919: Durante el segundo
gobierno de José Pardo y Barreda los obreros consiguieron la ley general de 8
horas de trabajo luego de incesantes huelgas.
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